A día de hoy es imprescindible conocer algo de socorrismo para evitar sustos innecesarios, y más si tenemos niños pequeños a nuestro cargo. Conociendo las técnicas básicas de primeros auxilios sabremos cómo actuar en caso de emergencia reaccionando de manera rápida y eficaz ante cualquier situación mientras esperamos asistencia médica profesional.
Ante un accidente, una rápida actuación puede salvar la vida de una persona o evitar el empeoramiento de las lesiones que sufre.
La finalidad de los primeros auxilios se centra en:
- asegurar que la vida se mantiene.
- No agravar la situación del accidentado.
- Proteger las heridas de infecciones.
- Asegurar el traslado a un centro sanitario en condiciones adecuadas.
Ante una emergencia lo importante es no ponernos nerviosas. Debemos mantener la calma en todo momento, y no debemos dar muestras de pánico, ya que pondremos nervioso al accidentado y nos aturullaremos al dar los primeros auxilios.
- Lo principal es actuar con rapidez.
- Tranquilizar al accidentado animándole (de estar consciente).
- Tumbar a la víctima en el suelo en la famosa posición de seguridad: Acostada de costado y con la cabeza hacia un lado o hacia atrás (ver dibujo).
- Nunca dar de beber al accidentado si está inconsciente.
- Cubrir al accidentado para que no se enfríe.
No mover al herido del lugar donde haya tenido lugar el accidente, a menos que sea necesario por la peligrosidad de la situación.
Posición lateral de seguridad
La cadena de socorro.
Igual has escuchado hablar de la cadena de socorro. Es conocida como PAS: proteger, avisar y socorrer; y es un protocolo que se utiliza en todo tipo de empresas y lugares públicos .
Se deben seguir los tres pasos en el siguiente orden:
- Proteger: lo primero es alejar el peligro, tanto de la persona accidentada como de nosotros mismos.
- Avisar a los servicios de socorro: 112
- Informar correctamente sobre:
- Lugar exacto.
- Tipo de accidente
- Número de heridos y situación.
- Identificarse.
- Colgar el telefono.
- Socorrer: una vez protegido y avisado se procederá a socorrer al accidentado.
- Reconocimiento de los signos vitales en este orden:
- Consciencia.
- Respiración (si no lo hace, debemos utilizar el método boca a boca)
- Pulso (Si falla debemos usar la reanimación cardio – pulmonar.
- Si presenta hemorragias severas, actuar de inmediato.
Una vez hayamos cumplido los tres eslabones de la cadena de socorro será importante esperar a los servicios de socorro protegiendo en todo momento al accidentado de cualquier peligro, y alejando curiosos que pudieran entorpecernos.
A continuación vamos a detallar las principales técnicas de primeros auxilios, que se engloban en la “S” del “PAS”:
Principales técnicas de socorro
La primera actuación en primeros auxilios es, el reconocimiento de signos vitales en este orden:
- Consciencia:
Se comprobará si el accidentado está consciente, primero preguntándole qué le ha pasado; si no contesta, se le agitará para ver cuál es su reacción; si tampoco contesta, se comprobará su respiración.
- Respiración:
Un accidentado consciente, puede estar respirando, o no.
Si respira: se colocará en una posición de seguridad (PLS) para evitar posibles vómitos.
Si no respira:
- Se le coloca en decúbito supino (Boca arriba).
- Se le abren las vías aéreas, evitando que la lengua impida la entrada de aire.
- En caso que continúe sin respirar, se le practicará el boca a boca.
Boca a Boca
apretar la frente y extender bien el cuello (hiperextensión)
Extraer posibles cuerpos extraños de la boca.
Girar la mano de la frente y pinzar la nariz.
Colocar nuestros labios alrededor de la boca del paciente, sellando totalmente su boca con la nuestra, e iniciar el procedimiento: 2 insuflaciones (1 cada 5 segundos)
- Pulso:
Una vez realizado el boca a boca, comprobaremos el ritmo cardíaco a través del pulso carotídeo (cuello), puesto que éste es el último que se pierde y el primero que se nota al activarse de nuevo el ritmo cardiaco.
Si no existiese, se deberá dar el masaje cardíaco.
- Masaje cardíaco externo:
Esta técnica se realiza cuando el individuo está inconsciente, no respira y no tenga pulso.
La secuencia del masaje cardíaco externo es:
colocar al paciente sobre una superficie dura.
Localizar el tercio inferior del esternón y colocar el talón de nuestra mano sobre él.
Con los dedos estirados y los brazos perpendiculares al punto de contacto del esternón, ejerceremos compresión directa sobre el tórax.
El masaje cardíaco siempre irá acompañado de la respiración boca a boca.
El masaje cardíaco se efectuará al siguiente ritmo:
2 insuflaciones (boca a boca)
15 compresiones (masaje cardíaco)
Tratamiento de hemorragias.
Una hemorragia es cualquier salida de sangre de los vasos sanguíneos.
Existen dos tipos de clasificaciones, una atendiendo al tipo de vaso que se ha roto (arteria, vena o capilar) y otra atendiendo al destino final de la sangre (externas, internas y exteriorizadas)
Hemorragias exteriorizadas
Son aquellas que, aún siendo internas, salen al exterior a través de orificios naturales del cuerpo: ano, nariz, boca, genitales…
- Hemorragia de oído: se colocará en PLS, con el oído que sangra hacia el suelo, se controlarán los signos vitales y se le evacuará urgentemente a un centro sanitario.
- Hemorragias de nariz: se presiona, durante 5 minutos, sobre la ventana y el tabique nasal sangrante y la cabeza se inclinará hacia delante. Pasados esos cinco minutos, si continuase sangrando, se introducirá una gasa mojada en agua oxigenada. En el caso que no cese, evacuar al accidentado a un centro sanitario de urgencia.
Hemorragias externas
Son aquellas en las que la sangre sale al exterior a través de una herida.
Para detener una hemorragia, se utilizarán tres métodos consecutivos: compresión directa, compresión arterial y el torniquete.
- Compresión directa: se presiona la herida con una gasa, lo más límpia posible, durante 10 minutos y se elevará la extremidad a una altura superior a la del corazón del accidentado. Pasado ese tiempo, se retirará la presión; si cesa la hemorragia, se vendará la herida y se trasladará al centro sanitario.
- Compresión arterial: Se presionará sobre la arteria correspondiente con el fin de detener la circulación sanguínea. La compresión se mantendrá hasta llegar al centro sanitario más próximo.
- Torniquete: Se utilizará cuando los otros métodos hayan fallado o en el caso que sólo una persona esté socorriendo a más de un accidentado.
- Para realizar el torniquete, se procederá de la siguiente forma:
- Se utilizarán materiales suaves y anchos (no cinturones ni cuerdas)
- Se dará media vuelta y se hará medio nudo.
- Se colocará un palo o un lápiz y se completará el nudo.
- Se girará el palo hasta que cese el sangrado.
- Se anotará la hora de colocación.
- No se mantendrá más de dos horas.
Quemaduras
Son lesiones que se producen por la acción del calor sobre los tejidos del cuerpo humano.
Hay tres tipos de quemadura según su profundidad:
- De primer grado: se enrojece la parte externa de la piel, produciendo una ligera inflamación.
- De segundo grado: la parte interior de la piel se quema, formándose ampollas.
- De tercer grado: la piel se queda reseca e incluso se calcina.
Otro tipo de clasificación es la que se establece según la extensión de la superficie corporal quemada:
- Quemaduras leves: Superficie quemada inferior al 10 % Profundidad no rebasa el segundo grado.
- Quemaduras graves: Superficie quemada entre el 10 y el 30 % Profundidad: es independiente.
- Quemaduras muy graves: Superficie quemada: Entre el 30 y el 50 %
- Quemaduras mortales: Superficie quemada supera el 50 %
Modo de proceder ante las quemaduras:
- Eliminar la causa que origina el calor.
- Reconocer los signos vitales.
- Detectar otras lesiones como hemorragias, shock, etc.
- Refrescar la zona quemada aplicando agua abundante durante 20 – 30 minutos sobre la zona quemada y evitando que el paciente se enfrie.
- Envolver la lesión con gasas o paños limpios, humedecidos en agua.
- Vigilar, de forma periódica, los signos vitales.
Fracturas óseas
Pueden ser de dos tipos:
Abiertas: el hueso se rompe, rasga la piel produciendo heridas e incluso hemorragia.
Cerradas: no existe herida.
Como actuar en caso de fractura:
- Evitar mover al herido.
- Reconocer los signos vitales.
- Si la fractura es abierta, aplicar apósitos estériles.
- Inmovilizar la fractura.
- Tapar al paciente para que no se enfrié.
- Evacuarlo al centro sanitario más próximo.
Como actuar en caso de fracturas específicas.
Fractura craneoencefálica: Si el rostro está enrojecido, se colocará al accidentado con la cabeza algo elevada; si el rostro está pálido, se colocará con la cabeza baja.
Fractura de la columna vertebral: no se moverá, procuraremos que permanezca boca arriba sobre un plano duro y con la cabeza inclinada hacia un lado.
Luxaciones y esguinces
- Una luxación es, la salida de su sitio de uno de los extremos del hueso que forma una articulación.
- Un esguince es, el desgarro de los ligamentos cuando se fuerza una articulación.
En ambos casos, procederemos de la siguiente forma:
– Inmovilizaremos la zona afectada.
– En el caso de luxación, NO colocaremos los huesos en su posición normal.
Heridas
Una herida es toda ruptura de la continuidad de la piel. Para tratarla y evitar infecciones, hay que seguir los siguientes pasos:
– lavarse las manos con agua y jabón.
– Limpiar la herida con gasa esterilizada.
– Aplicar antisépticos.
Derrame de productos químicos sobre la piel
– lavar la piel, como mínimo, durante 15 minutos.
– Si la zona afectada es importante, aplicaremos una ducha de seguridad.
– Quitar la ropa impregnada.
– Retirar anillos, reloj, pulseras…
Salpicadura en los ojos
– Actuar con rapidez.
– Lavar los ojos durante 20 minutos abundantemente con agua corriente.
– Tapar el ojo con una gasa esterilizada.
Una vez enunciadas las principales técnicas, también debemos tener especial cuidado cuando debamos transportar a alguien accidentado.
Transporte de heridos
A nivel general, no se debe mover a una persona que esté accidentada salvo en caso que su vida corra peligro.
Si hay varios socorristas y tiene un accidente de espalda, procederemos de la siguiente forma:
Tres personas lo levantarán levemente para que una cuarta coloque una camilla o cualquier otra superficie rígida.
Si no hubiese lesión de espalda, lo llevarán a la “sillita de la reina”.
En el caso que solo haya un socorrista y:
- La distancia sea larga, lo trasladaremos a hombros con una pasada por la espalda, en brazos o a cuestas.
- La distancia sea corta, podrá arrastrarlo por el suelo, sujetándole por los tobillos.
Botiquín de primeros auxilios.
Todo el mundo debería disponer en su casa de un botiquín portátil, fácil de manejar, que se identifique fácilmente con lo que es, y que esté siempre localizado.
Entre otras cosas, es importante que contenga:
- Instrumental básico para extraer objetos de heridas y cortar apósitos (tijeras y pinzas).
- Material de curas (apósitos estériles adhesivos, gasas, vendas, esparadrapo, tiritas, etc).
- Algún antiséptico (agua oxigenada, alcohol, yodo, etc).
- Guantes
- Solución salina.
No podemos terminar el post sin comentar otro de los peligros más comunes que podemos encontrar en el hogar:
Normas de prevención de incendios
- mantener siempre el orden y limpieza en nuestro hogar. No hay que olvidar que un exceso de trastos o suciedad en algún lugar puede combinarse con una chispa involuntaria y provocar un incendio.
- no fumar donde pueda resultar peligroso.
- Almacenar los productos y sustancias inflamables en lugares adecuados y lejos de enchufes y fuentes de calor.
- Revisar semanalmente el buen funcionamiento de la instalación eléctrica y desconectar los aparatos eléctricos que no estén siendo usados.
- No sobrecargar los enchufes ni efectuar conexiones improvisadas. Esto solo producirá sobrecalentamientos peligrosos con el riesgo que ello supone.
- No acercar focos de calor a materiales combustibles o inflamables.
- No dejar nunca solos en casa a los niños y personas incapacitadas. Ni mucho menos encerrarlos con llave en alguna habitación. Podríamos condenarlos a muerte sin quererlo.
- No obstaculizar nunca las salidas de la vivienda.
- Tener siempre un extintor en casa, debidamente localizado y funcional.
Cómo se debe utilizar un extintor
Descolgar el extintor.
- Asir la boquilla de la manguera del extintor y comprobar que la válvula o disco de seguridad está en una posición sin riesgo para el usuario.
- Quitar la anilla de seguridad.
- Dirigir el chorro a la base de las llamas con movimiento de barrido.
- Aproximarse lentamente al fuego hasta un máximo de un metro.
- No olvidar ningún foco que pudiera avivarse más tarde.
Si aún con estas recomendaciones se produjera un incendio deberemos actuar con eficacia y rapidez, y siempre sin perder la calma.
No pierdas la serenidad y llama a los bomberos, dándoles todos los datos de forma clara, sobre todos los que se refieren a la ubicación de la vivienda.
Si puedes, apaga la fuente de calor, desconecta la electricidad del cuadro de luz y corta el gas.
Sólo intenta apagar el incendio si este es pequeño y no corre riesgo tu vida. En este caso, para hacerlo, colócate entre el incendio y la vía de escape más próxima y utilizando para ello el extintor con las recomendaciones antes citadas.
Si considera que no puedes apagarlo, aléjate de la zona de peligro y busca un lugar seguro. Lo más peligroso de un incendio es el humo, ya que puede hacernos perder el conocimiento y dejarnos atrapado dentro del fuego.
Si puedes, retira líquidos combustibles que se encuentren cerca y en tu camino hacia la salida, pero no pierdas el tiempo con prendas, dinero o bolsos. Todo eso es recuperable, pero tu vida, no.
A medida que vayas saliendo, cierra todas las puertas, incluida la de la calle. Esto hará de barreras entre tú y el fuego.
Controla si los niños han salido, en muchos casos, al entrar en pánico, el miedo solo les permite esconderse o quedarse quietos en el lugar en donde se encuentran. Búscalos y sácalos de ahí lo antes posible.
Si tu vivienda se encuentra en un edificio, no utilices el ascensor, ya que los mismos se suelen bloquear automáticamente en caso de incendios, por lo que es más seguro utilizar las escaleras.
Si el humo ya es muy denso, tírate al suelo y sal agachada o arrastrándote para no inhalarlo, si puedes, tápate la nariz con un pañuelo o trapo humedecido.
Si te encuentras en un edificio y el fuego ha tapado la única salida que tienes, ve a una habitación que tenga una ventana visible hacia el exterior, cierra la puerta, coloca debajo de la puerta trapos o lo que tengas a mano para evitar la entrada del humo y acérquese a la ventana para pedir ayuda. Olvídate de las heroicidades y de caminar por las alturas. Sé paciente y espera la ayuda.
Desde aquí esperamos que nunca te haga falta usar ninguna de estas técnicas.
Un besazo de tus amigas de LMDA.