Hay amores que matan…

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Pongamos que has llegado a un punto en el que tu relación se vuelve destructiva.

Pongamos que no ves solución por ninguna parte y el desastre se ve venir muy cercano.

Lo cierto es que hay que poner las cartas sobre la mesa, pero ¿cómo dejar a la persona que quieres? Es complicado y doloroso, pero…  ¿Es necesario hacerlo?

 

Cierto es el dicho de que hay amores que matan, siendo esta una gran lacra de nuestra sociedad. El amor entre una pareja de cualquier edad debe construirse en base a unos valores: el respeto por la otra persona debe ser uno de los principales. Cuando el respeto se pierde entre dos, se pierde la relación. El problema radica en las emociones y el enganche que el uno tenga en el otro. Si es lo suficiente fuerte para cargar y seguir adelante con el noviazgo, estamos ante una relación tóxica.

Reconocer una relación tóxica

En este tipo de relaciones pueden ser los dos los que, aun estando enamorados y queriendo a la persona, no pueden convivir como pareja.Se aman pero no se soportan. Quieren estar juntos pero cuando lo hacen no paran de tirarse los trastos a la cabeza. Debéis tener en cuentaalgunos de los factores que os enumero a continuación para que podáis ver con más claridad los principales aspectos de estas parejas:

  • Manipulación: una o ambas partes se sienten manipuladas. Os pongo un ejemplo: ‘Si tu sales, yo también’ (atendiendo cada uno a las consecuencias de salir por separado). Esto, unido al chantaje emocional, hace que tengamos un continuo enganche a la persona con la que estamos.
  • Sentimientos de culpabilidad: a pesar de que somos conscientes de la relación que tenemos, hacer algo que pueda comprometer la situación de la pareja, por mínimo que sea, provoca que no hagamos cosas cotidianas o que al hacerlas tengamos un sentimiento de culpabilidad. Por ejemplo, hablar por teléfono con un amigo o llevar a un compañero del trabajo a casa.
  • Tristeza: tu pareja no te llena y no te hace feliz. Cuando estáis juntos la situación mejora, pero cuando os separáis en vez de dejarte con una alegría inmensa lo que hace es crear en ti un vacío absoluto.
  • Baja autoestima: todo lo anterior desencadena episodios de baja autoestima. Te sientes que has fracasado en el amor y que nunca podrás ser feliz. Que te ha tocado vivir esto y que debes acarrear con ello. No puedes dejar a tu pareja, ya que estarías solo y la vida no te daría una segunda oportunidad.

Estos son algunos de los aspectos más destacados de las relaciones tóxicas, pero no todos. Lo que está claro es que si estás pasando por esta situación debes tomar las riendas de tu vida.

¿Cómo darnos cuenta de que no podemos vivir en una situación así y que se deben tomar las medidas necesarias para acabar con ello? Cuando hablo de acabar no me refiero a cortar con la persona a la que amamos, sino con el momento en el que vivimos. No se puede estar continuamente sufriendo, ni en pareja ni por haberlo dejado con ella, por eso mi primera opción es acudir a un especialista (ambos), sea un psicólogo o sexólogo, que nos ayude a reconstruir los pilares básicos en los que se alzaba la relación.

No siempre es fácil, de hecho, para muchas personas el hecho de ir a terapia les suena a ir al ‘loquero’ y no es así. Es difícil ayudar a personas que no quieren ser ayudadas por lo que el segundo paso, en caso de no querer recibir el apoyo de un profesional, es encargargarte tú mismo de la situación cogiendo al toro por los cuernos.

Ser más egoísta

En este momento debes estar rodeado de las personas que te quieren: familia, amigos o profesores serán quienes te puedan acompañar en labatalla contra la enfermedad del amor, pero sólo tú tienes el antídoto para fulminarla. No vale que todo el mundo te haga ver tu situación si mantienes la venda sobre los ojos. Vivimos para ser felices y el sexo o el amor deben formar parte de esa vida.

Parece que siempre tenemos que mirar por y para los demás, pero en determinados aspectos, debemos ser más egoístas. Si no nos queremos a nosotros mismos, no podemos querer a los demás. Esta segunda fase comienza por adorar cada segundo de nuestro día que pasamos sin la amenaza del otro, sin el sentimiento de culpabilidad o sin la impotencia del no comprender qué hacemos mal para que el otro se comporte así con nosotros.

Quererse a uno mismo

Una vez hayamos aprendido a querernos y valorarnos, tenemos que salir al mundo y dar a conocer a la nueva persona que somos. Sin ataduras y sin miedos, estamos más abiertos a socializarnos y aprender de un mundo con personas que nos ofrecen amor y cariño sin necesidad de pedir nada a cambio. Hay que mantener la mente ocupada.

El trabajo, el deporte o hacer un viaje serán nuestros aliados para que por nuestro pensamiento no se nos pase la idea de llamar al ex. Es imprescindible desterrar de toda comunicación al que ha sido nuestra pareja, al menos durante el llamado ‘tiempo de luto’, ya que las posibilidades de caer de nuevo en sus redes son enormes.

¿Cómo se lo decimos?

Claro, sencillo y conciso, como las tres reglas del periodismo. Eso sí, en un lugar público y siempre acompañados de una persona de confianza en el caso de que la situación se nos pueda ir de las manos. Nunca hables de terceras personasno digas que quieres un tiempo (ya que quieres romper del todo) y, sobre todo y por muy cruel que hayan sido contigo, no seas cruel.

Parece fácil escribirlo, pero estas situaciones son las más complicadas del amor. La verdad es que tengo muchas personas que han pasado por este tipo de ‘relaciones tóxicas’ y cuando han salido de ellas son otras personas completamente diferentes. De hecho, se podían considerar personas, ya que antes estaban anuladas ante sí mismas y ante la sociedad.

Seas hombre o mujer, no permitas que nadie te aparte de ti mismo, de tu familia o de tus amigos y se feliz.

Es una orden 😉

Las 10 causas que deterioran el amor

La práctica clínica psicológica señala que existen 10 principales problemas que deterioran el amor y las relaciones armoniosas de pareja. Estas son:

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1.- Las grandes y pequeñas diferencias. Diferencias en objetivo, en intereses y en los hábitos cotidianos que, día a día, van generando una serie sucesiva de conflictos pequeños los cuales provocan, en un sinnúmero de casos, el desamor. Estas diferencias tienen mucho que ver con la relación de competencia y poder entre las partes. Es natural que cada uno de los miembros de la pareja tienda a dominar, en determinado aspecto, al otro, dependiendo de sus propias capacidades e intereses. Sin embargo, de una manera u otra, en cada pareja se establece un intento de liderazgo por cada uno. Lo normal y lo deseable es que se establezca un equilibrio.

2.- La pareja se extiende. El advenimiento del embarazo genera en algunos casos disgustos y decepciones, generalmente con el primer hijo y cuando el nuevo miembro de la familia fue producto de una gestación no deseada. Muchas veces el embarazo impide el cumplimiento de objetivos de estudio económicos y obliga a cambiar los intereses y metas de la pareja.otro, dependiendo de sus propias capacidades e intereses. Sin embargo, de una manera u otra, en cada pareja se establece un intento de liderazgo por cada uno. Lo normal y lo deseable es que se establezca un equilibrio. Por supuesto, a mayores diferencias, más precario será este equilibrio y las posibilidades de desavenencias aumentan.

3.- La insatisfacción sexual, producto generalmente de disfunciones sexuales no tratadas. Algunas parejas -algunas encuestas indican más del 30 %- conviven sin tener una plena sexualidad y, lo que es peor, sin comentárselo entre ambos. Tampoco buscan ayuda profesional.

4.- La comunicación negativa. Nos referimos, en primer lugar, a los eternos pensamientos paranoicos que algunos tienen, en el sentido de que piensan que su pareja, de una u otra forma, les va a hacer daño. Por ejemplo, si la pareja está callada porque simplemente está pensando en algún suceso del día, el pensamiento paranoico provoca reacciones como ésta: «Debe estar callado(a) porque está enojado(a) conmigo». Otro es el pensamiento negativo, donde siempre creen algunos que todo les sale mal, o que tienen una autoestima muy baja. No importa lo que haga la pareja, nunca estarán satisfechos. Sólo ven lo negativo, nunca lo positivo. Otro aspecto de la comunicación negativa es la falta de atención entre los miembros de la pareja: «¡Nunca me escuchas!».

5.- Las distintas etapas del amor también generan problemas a la pareja. La primera crisis ocurre generalmente al tercer año de relación, cuando decae la etapa que llamaremos pasional, donde tiene una gran importancia el dedicarse el uno al otro. En este momento, cada miembro de la pareja, comienza a pensar en los otros objetivos y metas que le reclama la vida.

6.- ¿Quién se ocupa del hogar? La distribución de las cargas de las tareas del hogar, siempre genera conflicto. En la actualidad, las mujeres demandan igualdad en las labores caseras y los hombres, generalmente se resisten a aceptarlo.

7.- Otro problema son papá y mamá, o dicho de otra forma los problemas que generan las familias de cada miembro de la pareja.

8.- La infidelidad y los celos. Esta circunstancia genera un profundo resentimiento en la pareja burlada. Sin llegar a la infidelidad, de igual manera, los celos son un factor de perturbación en el amor.

9.- La carga del medio ambiente. Nos referimos a los problemas que significan para la pareja el que uno de los dos consuma drogas o alcohol. Los «amigos» que sonsacan a la uno de los miembros de la pareja. El llegar «tarde» y los «almuerzos». El status social, etc.

10.- Los problemas económicos: ¿En qué gastaste el dinero?… Todo lo que tú haces es gastar.

Estas son las principales razones por las cuales las parejas dejan de serlo si no saben manejar las situaciones. Sin embargo, no es difícil aprender a resolverlas.

Como podemos apreciar, todos los problemas tienen algo en común: se pudieron prever si la pareja se hubiese conocido bien antes de lanzarse al agua. Lo que ocurre es que muchas parejas comienzan la vida en común prácticamente engañándose mutuamente. Es decir, él le hace ver a ella lo que él cree que a ella le gusta, y ella le muestra a él lo que piensa que él desea. Este trabalenguas es la clave, cuando la pareja se conoce y siente la atracción inicial hará todo lo que pueda por lograr profundizar la atracción y tratar de establecer una relación. En esta primera etapa, cada uno tratará de complacer al otro lo mejor que pueda. Por ejemplo, si él aprecia que a ella le gusta la música clásica, muy probablemente, aunque a él le fascine la salsa o sea rockero, aparentará que le encanta la música clásica y así sucesivamente. Ambos estarán mintiéndose piadosamente hasta lograr la mutua conquista. El problema radica en que cuando comienzan a vivir en pareja, se descubren como dos perfectos desconocidos en muchas áreas.

Por otra parte, no tomamos conciencia de la importancia de establecer una vida en común. Cuando alquilamos un apartamento firmamos un contrato. Cuando compramos un televisor, un movil, o cualquier artefacto electrónico, antes de encenderlo leemos cuidadosamente las instrucciones para saber usarlo. No obstante, cuando de establecer pareja se trata, a pesar de ser el acto más importante de nuestra vida, no firmamos ningún acuerdo ni leemos las instrucciones de cómo es el otro.

Casi que nos condenamos a fracasar o dejamos todo en manos del amor y del azar, que la vida venga como venga.

Cuando firmamos cualquier contrato, siempre tienen cosas buenas y malas. En el contrato de alquiler, es bueno tener apartamento, es malo pagar todos los meses. Es bueno disfrutar de un vehículo, pero muy pesado pagar las cuotas. Así son todos los contratos.

Las parejas tienen que saber que deben establecer las reglas de juego y el Acuerdo -o Contrato- de la Pareja. Esta es la clave fundamental del amor, más allá de «contigo pan y cebolla».

De manera que, hay que hacer un acuerdo y para lograrlo, tenemos que comenzar por conocernos en profundidad.

(«LA EXPERIENCIA DEL AMOR», CAP. 1 de PSICOLOGIA PARA TODOS,  DOCTORES VLADIMIR GESSEN Y MARIA MERCEDES DE GESSEN, CIRCULO DE LECTORES, 1998).